Los niveles de Jamesdependencia en la selección Colombia ya son incontrolables

VOX DE OPINIÓN

En las dos últimas fechas de las eliminatorias sudamericanas nos dejaron ver a un James Rodríguez completamente diferente, renovado, enchufado, con pases precisos, veloz, dejando tal vez una de sus mejores presentaciones en los últimos tiempos. Esto ha generado gran expectativa y obviamente una gran alegría para quienes gozamos de la fiesta futbolera en nuestro país.

Sobre lo anterior es importante también ver la otra cara de la moneda, o mejor, las otras caras, como un Santos Borré y un Luis Diaz que no logran conectar como se quisiera, no han sido efectivos a pesar de sus grandes calidades y condiciones como profesionales del balompié, esto ha dejado un manto de dudas sobre lo que será el futuro de una selección que hoy no se encuentra, no se articula y no logra compenetrar con los resultados.

Seis puntos de doce, es lo que el equipo cafetero ha logrado en estas cuatro fechas, un quinto lugar momentáneo, para un 50% de rendimiento, el nuevo sistema de eliminatoria clasificará a la gran mayoría de los equipos por tratarse de un buen número de colocaciones para diez equipos que son la cantidad que se presentan a la eliminatoria en Suramérica, no obstante, es un grave error solo ver esta óptica y pensar que por ello estamos clasificados, no, el equipo debe encontrar un 9 efectivo que para este caso es Santos Borré y un otro más haciendo goles como Luis Diaz que no ha podido con la Tricolor.

Lo cierto es que los niveles de Jamesdependencia se elevaron considerablemente y es absurdo pensar que con esto le puede bastar a un equipo para clasificarse a una justa mundial tan importante como lo es el Mundial de Fútbol de la FIFA. Toda Colombia espera que Néstor Lorenzo, seleccionador nacional, pueda engranar esa maquina, bien sea con los que están, o con toda una camada de jugadores que vive un gran momento en cada uno de sus clubes, ¿un Dairo Moreno por ejemplo?, empiecen a dar nombres, porque con toda seguridad lo que tendrá que venir son cambios.

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